El prolapso ocurre cuando los músculos pélvicos no pueden soportan el peso de los órganos pélvicos (vejiga, útero y cuello uterino, vagina y recto), normalmente porque estos músculos se han debilitado o dañado. Como consecuencia, uno o varios de los órganos pélvicos se deslizan hacia fuera. En nuestra clínica ejercitamos el suelo pélvico, en algunos casos, para evitar los prolapsos. Pero, si este problema ya ha aparecido, hoy te contamos cómo evitar que el prolapso empeore.

¿Cuáles son los diferentes tipos de prolapso? 

Dependiendo del órgano pélvico que se encuentre en prolapso, podemos hablar de un tipo u otro: 

  • Prolapso uterino. Se trata del descenso del útero, cuando el útero sobresale de la vagina. 
  • Cistocele. En este caso es la vejiga cae dentro o fuera de la vagina. 
  • Rectocele. Ocurre cuando existe un abultamiento del recto, es decir, es el recto el que sobresale del lugar que le corresponde. 

Las personas con más probabilidad de sufrir este trastorno del suelo pélvico son las mujeres que han tenido partos vaginales, aunque cualquier persona con un suelo pélvico debilitado, tiene posibilidades de sufrirlo. 

¿Cómo evitar que el prolapso empeore?

Si ya te han diagnosticado el prolapso, es hora de ponernos a trabajar y de cuidar, todavía más, nuestros músculos y órganos pélvicos. Aquí te dejamos algunos consejos para evitar que ese prolapso empeore: 

  • Entrena el suelo pélvico. Debemos mejorar la capacidad de sostén de los músculos pélvicos y evitar un nuevo exceso de presión sobre ellos. En nuestro centro te ayudamos a que los entrenes cada día, con ejercicios, consejos, acompañamiento…
  • Los pesarios son una buena opción, ya que elevan y dan soporte al órgano que haya descendido y además, te ayuda a reducir los síntomas del prolapso. 
  • Aprende a contraer correctamente los músculos abdominales y pélvicos ante un esfuerzo, como por ejemplo al toser o estornudar. 
  • Evita el estreñimiento y los sobreesfuerzos a la hora de ir al WC. Si cada vez que vas al baño tienes que empujar demasiado, sometes a tu suelo pélvico a una mayor presión. 
  • Evita levantar peso. Aunque si tienes que hacerlo, lo ideal es que aprendas la mejor forma de realizarlo sin que afecte a tu suelo pélvico: evita cargar peso por encima de tus hombros o por debajo de tus rodillas, acerca el peso a tu cuerpo y evita posturas forzadas. 

En nuestro centro te ayudamos con tu prolapso, mediante ejercicios totalmente personalizados y sesiones individuales o grupales. Además, si no te han diagnosticado un prolapso pero quieres prevenirlo, ¡también entrenamos tu suelo pélvico! Contáctanos y te informamos de todo.